Se ha terminado el agua, así que pido un garrafón el fin de semana y lo coloco boca abajo en el dispensador, tiempo mas tarde me percato que el agua se esta derramando, y sin mas retiro el garrafón del dispensador pensando que al parecer el botellón tiene un pequeño poro por el cual, si bien no se tira el agua, si permite la entrada del aire... "pura física elemental... bueno ya comprare otro garrafón para ponerlo, mientras lo utilizare sin el dispensador". Una semana después llega Melky de sus vacaciones, y como quien pretende ser dueño de mis actos, me ordena que le ponga el garrafón en el dispensador... "Lo que usted ordene y mande" me quedo pensando, lo coloco y me voy a la escuela. Un día después, me reclama enfurecido por percatarse tarde que se estaba tirando el agua, arruinando con la humedad la superficie plana de la mesa sobre el que esta el dispensador... ¿pero como dar explicaciones a quien te cree un imbécil, y no piensa que si no tenía el garrafón en el dispensador era por una razón...? lo gracioso fue la ironía del asunto cuando en la discusión me tacho de ser un huevón que me la paso estudiando física en lugar de ponerme a trabajar...
Escuche un grito que provenía del baño... “¡No hay agua!”... Carlitos el hijo de Melky se habia metido a bañar, pero con el sistema de encendido automático de la bomba descompuesto, el agua del tinaco se había terminado, salí para ver en que podía ayudar… y ahí estaba Melky, moviendo el interruptor de la bomba varias veces... click, click , y vertiendo agua a la tubería a través de un embudo para purgar la bomba con el fin de que subiera agua al tinaco, pero sus intentos eran inútiles, por mas que se moviera el interruptor o se purgara esta simplemente no funcionaba, . “Hay que revisar si hay corriente eléctrica o el motor de la bomba ya no sirve” le dije sin que me hiciera caso alguno. Aquel hombre sin titubear entra a la casa decidido y sale segundos después con un martillo... “¿Para que quiere el martillo?” me dije, y en eso ¡ZOP..ZOP..ZOP..! Daba de golpes a la tubería como si esta fuera a reaccionar ante tal amenaza… "¡¿Queee?!... JAJAJAJA” no pude contener la risa por dentro que esto me producía… “¿Qué no pensara?"... me pregunte… y aun me lo sigo preguntando… Llegando después de tiempo de no ver a Melky y su hijo Carlitos con síndrome de Down, los encuentro con sobrepeso, su dieta alta en grasas y en cantidades que bien podrían alimentar a otras dos personas mas, es por así decirlo nauseabundo, sin mencionar lo dudoso de la higiene y la contaminación cruzada, que para una persona como Melky que presume de culto carece de importancia. Ese día y acostumbrado a prepararme una dieta sana, decido que podría cocinar para él y Carlitos en lo que entro a la escuela; no habría problema si me pidieran hacerlo durante mi estancia, pues estaba acostumbrado a cocinar los domingos para toda la semana que iba a la escuela bajo una estricta dieta balanceada por mi nutrióloga, así que suponía que a partir de ese día yo prepararía la comida. Busco en el refrigerador que ingredientes tengo, me encuentro un recipiente desechable que contiene la grasa de los caldos de carne de Melky, -supongo que separa las grasas de los caldos por su gordura y aquí las va almacenando-, pero como el recipiente ya se encontraba lleno decido tirarlo a la basura y continuar con mi labor… El menú para el día de hoy será: sopa de verduras y chiles rellenos asados de papa con atún, además de agua fresca de melón… Ya en la mesa le sirvo a Carlitos raciones chicas que lo ayuden a evitar el congestionamiento alimenticio del que sufre, a Melky le sirvo y le dejo a un lado para que se sirva mas en caso de no quedar satisfecho. Carlitos disfruta la comida y al igual que en la película de Ratatouille me agradece contento al decirme que esta rico, que es como la sopa de mamá, no podría recibir mejor critica. Sin embargo Melky refunfuñe ante los comentarios de su hijo reprochándome que no se cocinar y me da un sermón de cómo según él se debe hacer, terminando de comer, ya en la cocina Melky toma uno de los chiles y me enseña como prepararlos a su manera luego se dirige al refrigerador donde estoy guardando lo que ha sobrado para que no se eche a perder y recibo otro sermón por colocar muchos trastos en el, argumentando que el refrigerador es pequeño y que no le caben cosas, pese a que seguía habiendo espacio. Pero ante el dicho "Nunca discutas con un estúpido, te hará descender a su nivel y ahí te vencerá por experiencia" no le contradigo, simplemente le comento... “no lo molestare continúe su vida como siempre yo tomare de lo que haya para comer” lo que sigo cumpliendo. Por la mañana a la hora del desayuno, decido que tomare algo ligero, un vaso de leche, un pan y una fruta, bajo al comedor y en lo que me sirvo sale Melky de la cocina llevando en mano un pocillo con avena preparada y pienso… “parece que el también desayunara ligero, avena con fruta supongo”, ya sentados y como si estuviera mirando alguna obra de teatro cómico, me dice con voz presuntuosa al tiempo que añadía a su avena tres diferentes marcas de cereal, “uno debe tener variedad en su dieta”... sin hacer comentario alguno salgo a la tienda por un Milky Way. Por la tarde a la hora de la comida y antes de llegar a la mesa, Melky me detiene preguntándome sobre su recipiente con grasa, “lo he tirado” le dije, a lo que responde…“¡¿como que lo has tirado?! ¡No ves que con eso preparo mis gordas!”… … “Dios mío" pense... "y yo creí que estaba cuidando su salud y la de Carlitos”. Nunca imaginaría lo que sufriría con la comida de Melky… quemada, cruda, salada, sin sal, revoltura de sobras de no se que y no se cuando, sin olvidar lo terrible que la pasamos cuando los tres enfermamos y sufrimos diarreas, lo bueno que hay dos baños jajaja, En esa ocación Melky tubo que tirar toda la comida que había... en fin, solo mire a Carlitos donde la imposición de su padre lo obligaba a comerse esa porquería y terminársela, no era de extrañarme sus quejas de dolor constantes por las que sufre a diario y que la familia le atribuye a que solo se trata de chantaje… “imbéciles”. Una semana después llega Carlitos para decirme que han ido de compras, supuse que a traer comida, pero no, ni siquiera alimento chatarra. Saca de la bolsa una caja y me dice contento… “trajimos sal de uvas”… se alegraba de traer algo que le mitigara los sufrimientos de la comida y eso que hacia poco habían comprado Pepto Bismol. A la fecha todo continua de caricatura, cuando nos sentamos a comer a falta de macetas cercanas me llevo un vaso que no será para servirme agua, deposito ahí la comida cada vez que Melky viaja a la cocina para voltear las tortillas y lo dejo debajo de la mesa donde Skipy se acerca para husmear su contenido y sin mas se pasa al otro lado mío moviendo la cola esperando a que le de algo que se pueda comer… Lleve a Melky al poblado de Jerez a visitar a su pariente La Tía Helena, ahí Melky con pose de observador experto, pregunta por un cuadro que se encontraba colocado en el patio, …“¡que bonito cuadro! ¿Cómo lo obtuvo?”... …“Una señora, necesitada de dinero nos lo vendió, no le encontramos un lugar en la recamara y lo pusimos ahí por mientras” le responden, volteo curioso por saber sobre ese objeto que le llamo tanto la atención… “¡Dios mío, que cuadro tan espantoso!”, pensé, -admito que no soy amante de las antigüedades-, me levante para acercarme a verlo mas en detalle. Supongo que Melky malinterpreto mi asombro, pues me pregunta de manera elitista… “¿que miras?”, a lo que respondo desviando mi desagrado “estoy viendo el marco, pues hoy en día no se hacen marcos ovalados”, y efectivamente veía el marco, pero no el marco en general sino las marcas despostilladas que eran… ¿blancas?. No se trataba de un marco de madera labrado, le di unos pequeños golpecitos tratando de descubrir su material, supongo un material plástico como resina o cerámica teñida para dar la apariencia de madera antigua, Mientras tanto Melky comenta su agrado e intenta convencerlos de que se lo vendan. Al acercarme mas para mirar la imagen pude ver la trama de roseta de los cuatro colores CMYK hecha por el offset, se trataba de un poster de una mala fotografía tomada a un hilorama de una virgen, “Bueno, me dije si eso le gusta... pues cada quien sus pinches gustos”, en eso el esposo de la Tía Helena le dice “me gustaría llevarlo a que lo retoquen” y pensé que el experto impresor (ya que Melqui fue dueño de una imprenta) haría patente la naturaleza del cuadro, pero en lugar de eso respondió... “si, pero se requiere de expertos que sepan, mi hijo (una persona doctorada en artes visuales) se llevo un cuadro antiguo de aquí y al llevarlo con un restaurador profesional le comentaron que se trataba de un cuadro importante…". Al final nuestro ficticio experto anticuario Melky los convenció de la venta y al llegar a casa me pidió que le ayudara a poner el cuadro en la parte alta de las escaleras. La falsedad del cuadro me lleva a pensar acerca de que la realidad de una idea o un objeto, cambia dependiendo del conocimiento de quien la mire y mientras algunos pasaran persignándose ante la imagen sin cuestionar nada a mí solo me hace recordar cuando estaba en la primaria, como mi madre a regañadientes me señalaba personas que tuvieron poca escolaridad y me decía… “si no vas a la escuela y estudias acabaras igual que él”. |
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Octubre 2014
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